El Observatorio Económico de Andalucía (OEA) considera que "no se deben seguir aplicando" las políticas activas de empleo de la Junta de Andalucía "hasta que no se realicen evaluaciones externas e independientes sobre su eficacia, su eficiencia y sus impactos".
El Observatorio Económico de Andalucía (OEA) considera que "no se deben seguir aplicando" las políticas activas de empleo de la Junta de Andalucía "hasta que no se realicen evaluaciones externas e independientes sobre su eficacia, su eficiencia y sus impactos".
Esta es la conclusión de un documento que presentó el OEA en el Club Antares de Sevilla, conclusión que se basa en que los resultados de esas políticas "van siendo muy negativos, tanto por sus mediocres resultados como por las irregularidades en su gestión".
El documento, con el título '¿Qué hacemos con las políticas activas de empleo?' fue presentado por el presidente del OEA, Francisco Ferraro, y el profesor de la Universidad Pablo de Olavide, J. Ignacio García Pérez.
Para el Observatorio, las políticas activas de empleo "han demostrado en todo el mundo tener una incidencia en general reducida y que su funcionalidad está ligada a la configuración institucional de cada mercado de trabajo".
El principal problema en Andalucía "es la falta de demanda de empleo, sobre todo para determinados tipos de trabajadores poco cualificados"; de ahí que "la prioridad debe estar situada en la generación de nuevos proyectos empresariales, así como en el crecimiento de los ya instalados por la vía de la innovación y la apertura al exterior".
Considera que "también es imprescindible aumentar la transparencia en la gestión de las políticas activas de empleo, en la asignación competitiva de los fondos utilizados y en la evaluación de los resultados".
El OEA hace algunas recomendaciones sobre la aplicación de las políticas activas de empleo sobre la base de la experiencia internacional, destacando "la atención personalizada al desempleado para la búsqueda de empleo, priorizar la formación en cursos largos que capaciten para desarrollar ocupaciones específicas, centrar en la formación dual la de los jóvenes que acceden al mercado laboral".
También aboga por "dirigir las subvenciones solo a la creación de empleo privado a colectivos de especiales dificultades de reinserción laboral, así como las de creación de empresas a personas preparadas y conocimientos del mercado que garanticen una alta tasa de éxito en la estabilidad futura de los proyectos y reducir al mínimo las ayudas a instituciones públicas para la creación de empleo temporal, que son las medidas menos efectivas".
También considera el Observatorio que las soluciones "no pueden venir solo de un rediseño de las políticas de empleo sino que se requiere un esfuerzo decidido y coordinado que reorganice, además, todas las políticas educativas y sociales".