La mejor resistencia de Andalucía a la desaceleración también lleva al Observatorio Económico a revisar al alza la suya.
ese a los «nubarrones» a los que la semana pasada se refirió el presidente de la Junta, Juanma Moreno, en su primera reunión a tres bandas con sindicatos y empresarios, el líder del Ejecutivo andaluz anunció ayer que las previsiones de crecimiento económico para la comunidad, fijadas en el Presupuesto de 2019 en un 2,2% del PIB, se revisarán al alza hasta «lo más cerca posible del 2,5%» (fuentes de la Consejería de Hacienda apuntan a un 2,4%). Lo hizo durante su participación en Madrid en el Foro Nueva Economía, y lo cierto es que sus augurios sobre la evolución de la economía hasta final de año parecen coincidir con los de los analistas del Observatorio Económico de Andalucía (OEA), quienes también ayer anunciaron una revisión de sus previsiones algo menos optimistas que las de la Junta pero igualmente al alza, al pasar del 2,1% al 2,2%. Si Moreno habla de «nubarrones», el presidente del Observatorio Económico, Francisco Ferraro, ve «signos claros de desaceleración» pero también una mejor resistencia de la economía andaluza a ésta respecto al resto del país. Y sobre todo, rechaza una «recesión a corto plazo» (entendida como crecimiento negativo durante dos trimestres seguidos) que, de producirse en 2020 o 2021, no sería de la gravedad de la última crisis.
Para el presidente de la Junta, la economía andaluza tiene «rigor» y genera «confianza y credibilidad» gracias a que el nuevo Gobierno de PP y Cs ha conseguido cambiar la tendencia tras 37 años de poder socialista y que las reformas funcionen. «Andalucía puede convertirse en un refugio para las inversiones», porque ofrece «estabilidad política, económica y presupuestaria» y «muy escasa conflictividad laboral», defendió. En resumen «está haciendo bien los deberes» ante un panorama de incertidumbre mundial por las tensiones entre EE UU y China, la recesión en Alemania y el Brexit, unido a la falta de Gobierno en España y de Presupuestos Generales del Estado. Desde el Observatorio Económico de Andalucía también consideran que «la estabilidad es buena» pero su presidente eludió vincular el mejor comportamiento de la economía andaluza con el cambio de Gobierno porque «como economista» no ve datos que permitan establecer una relación directa «causa-efecto» con alguna medida adoptada por el Ejecutivo. Sí admitió que puede estar generándose más confianza en el empresariado.
Durante su intervención en Madrid, en la que fue presentado por el presidente del PP, Pablo Casado, Moreno anunció que la Junta está lista para presentar el Presupuesto de 2020 «a finales de septiembre o como mucho a principios de octubre haya o no haya elecciones generales». Serán las segundas cuentas elaboradas por el nuevo Gobierno en menos de un año, ya que el anterior Ejecutivo socialista prorrogó las de 2018 ante el adelanto electoral por lo que PP y Cs acometieron la tarea de hacer, en apenas tres meses, un Presupuesto para 2019 que fue aprobado por el Parlamento en julio. Casi inmediatamente, la Consejería de Hacienda comenzó a diseñar el de 2020 en el que Moreno anunció que continuará con la rebaja fiscal iniciada en el actual, principalmente en el tramo autonómico del IRPF (alrededor de medio punto) pero también en tasas públicas. Su objetivo, dijo, es acabar la legislatura con una presión fiscal similar a la de Madrid.
Y ello pese al bloqueo de las entregas a cuenta que mantiene el Gobierno central con las autonomías, y que en el caso de Andalucía la Junta cifra en 1.350 millones de euros entre la actualización de la participación en los ingresos del Estado (837 millones) y el llamado «mes 13 de IVA» para ajustar la liquidación de este impuesto correspondiente a 2017 (513). Moreno ha reclamado este dinero por carta al presidente Pedro Sánchez, al que también ha pedido la convocatoria urgente del Consejo de Política Fiscal y Financiera para acometer la reforma del modelo de financiación autonómica y corregir la infrafinanciación actual de Andalucía, cifrada en 4.000 millones. Una reivindicación que ya inició el anterior Gobierno socialista de Susana Díaz y que Moreno apoyó en el Parlamento estando en la oposición (no así su socio, Ciudadanos, el único grupo que se quedó al margen del acuerdo).
Ante esta situación, Moreno señaló que el Gobierno andaluz podría «tirarse por la senda del déficit», hacer recortes o «intentar gestionar mejor». Descartó por completo hacer ajustes y también señaló que van a «intentar evitar» el déficit, aunque acusó a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de abocar a las comunidades al déficit, algo «inaudito». Su opción es la tercera vía buscando gasto «superfluo» que se pueda reducir y mejorar la gestión.
Moreno defiende España Suma
El presidente de la Junta y uno de los principales barones populares como líder del partido en Andalucía defendió la propuesta de Pablo Casado de formar una coalición electoral con Cs, España suma, como la «fórmula sensata para derrotar a Sánchez». La propuesta sigue suscitando el rechazo del partido naranja y ayer fue criticada por Vox. Su portavoz en el Parlamento andaluz, Alejandro Hernández, señaló que «la unión de quienes se declaran de antemano perdedores contra Sánchez es un mal punto de partida para un pacto».