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Sesión «China tras el XX Congreso del Partido Comunista»

Resumen de la ponencia de Fernando Delage, Director del Dpto. de estudios internacionales de la Universidad de Loyola  sobre “China tras el XX Congreso del Partido Comunista”

China representa la quinta parte de la población mundial y es la segunda mayor economía del planeta, primera potencia industrial y comercial, mayor acreedor bilateral, y posee las mayores reservas de divisas. Con todo ese potencial, tiene como objetivo convertirse antes de 2035 en la primera economía del mundo.

El XX Congreso del Partido Comunista, celebrado el pasado octubre, concluyó con un triunfo total de Xi Jinping, quien consiguió un tercer mandato como secretario general y ha transformado la estructura del sistema político, al renovar los órganos del Partido con aliados suyos, neutralizando a sus rivales. En el Congreso desautorizó asimismo la gestión de sus inmediatos antecesores y, al no identificarse a un posible sucesor, parece aspirar a obtener un cuarto mandato o, incluso, un quinto.

En el mismo sentido, Xi se ha impuesto a la nueva élite empresarial y ha culminado un plan para controlar el Estado y la sociedad, intentando prevenir toda infiltración de las ideas políticas occidentales. En definitiva, ha conseguido un control absoluto de todos los recursos del poder, lo que, en contra de lo que parecería lógico, presenta inconvenientes para el futuro incluso inmediato, como se demostró con el aumento de las protestas populares en relación con la política para el control de la pandemia de la covid.

Los inconvenientes son también de índole más profunda por cuanto ha eliminado de los órganos principales de dirección a todos los dirigentes que habían tenido en el pasado responsabilidades en el gobierno central y aún no habían cumplido los límites de edad para abandonar sus cargos. La ausencia de un potencial sucesor podría desembocar en luchas internas entre los nuevos dirigentes para tomar posiciones de cara a esa eventualidad, agravando el previsible deterioro en los procesos de toma de decisiones. Finalmente, la falta de experiencia internacional de los nuevos miembros del Comité Permanente del Politburó podría ser un problema al afrontarse un escenario exterior marcado por las tensiones con numerosos países.

En economía, se dan muestras de agotamiento del sistema, ya que el crecimiento del PIB en 2022 no ha cumplido el objetivo oficial del 5,5% y se ha quedado casi en la mitad: un 3%. No es algo coyuntural: se trata de un cambio de tendencia. A un contexto definido por el rápido envejecimiento demográfico (con una rápida caída de la población activa), una deuda gigantesca (se acerca al 300 por cien del PIB), y una significativa caída de la productividad, se han sumado la pandemia, la guerra comercial con Trump, el impacto indirecto de las sanciones a Rusia, la crisis del sector inmobiliario, el bloqueo del acceso a tecnologías clave por parte del presidente norteamericano Joe Biden, y el temor a un conflicto en Taiwán. Aunque las prioridades son reforzar el papel del estado, el control de las grandes empresas privadas, la reducción de las desigualdades y volver a un crecimiento no inferior al 5-6%, la resistencia política a las reformas estructurales y el escenario internacional no las hacen fácilmente conseguibles.

En conclusión, la prioridad se ha puesto en restaurar la omnipresencia del partido en la sociedad para evitar que China corra la misma suerte que la Unión Soviética, un objetivo que Xi vincula a su control personal de la organización. Pero, en un sistema personalista, el proceso de adopción de decisiones se debilita ante la ausencia de voces discrepantes con la autoridad suprema. La purga de los rivales políticos suele ser causa de inestabilidad estructural, de la que ha habido no pocos ejemplos en la historia de la República Popular. Las protestas populares contra el confinamiento han revelado otra nueva variable con ramificaciones impredecibles.

Se abre pues una era de incertidumbre sobre el futuro político de una China que se encamina simultáneamente a una etapa de menor crecimiento económico y de creciente rivalidad internacional.

 

Presentación