Publicado en «El Economista»
http://www.eleconomista.es/andalucia/noticias/6133778/10/14/Tres-frentes-en-el-arranque-de-curso.html#.Kku8XsJLemVEQiI
Comienza un nuevo curso político que va a estar marcado, entre otras cosas, por la consulta catalana, las municipales y la marcha del conflicto ruso.
Andalucía puede verse zarandeada por cualquiera de ellos, por lo que seguramente asistiremos a un aumento de las incertidumbres sobre nuestra economía, así como al surgimiento de potenciales conflictos socieconómicos.
Respecto a la consulta catalana y los futuros que pudieran dibujarse, cabe destacar en el corto plazo el recurso a la negociación de un nuevo marco presupuestario que redistribuya el pastel autonómico según nuevos criterios. El escenario de una ruptura unilateral no está contemplado ahora mismo -potencialmente destructivo para todos-, pero unas elecciones anticipadas plebiscitarias en Cataluña con una polarización del voto hacia opciones políticas claramente rupturistas no es ningún imposible. De ahí que el Gobierno convergente tal vez quiera reconducir el asunto enmarcándolo en la discusión más amplia de un nuevo marco constitucional que le haga ganar tiempo y que fuera abonado desde Moncloa con más recursos.
El segundo frente es el de las municipales. Frente que puede contribuir de manera directa a una mejora de la economía regional, ya que es de esperar que los ayuntamientos concentren antes de los comicios las obras de mejora de sus territorios, propiciando un aumento coyuntural de la ocupación. Los resultados pueden también condicionar la marcha de la comunidad, dando lugar a un escenario abierto e imprevisible o dejando las cosas como están.
En el entorno internacional, el conflicto con Rusia puede marcar la evolución del potente sector agroalimentario andaluz. No es que sea un gran comprador estratégico -actualmente-. Pero el desarrollo de la clase media rusa estaba contribuyendo a la mejora de las cifras de exportación andaluzas y españolas, particularmente en el ámbito de las cárnicas y las frutas frescas. De momento, el cierre ya ha supuesto el descenso de los precios en origen. En cualquier caso, Rusia era un mercado claramente en expansión, que podía absorber cantidades crecientes de productos andaluces. Su cierre significa la pérdida de dicho mercado en el corto plazo, pero las consecuencias a largo pueden ser peores, ya que esta situación podría provocar que se produzca una sustitución a largo plazo de los proveedores actuales, condicionando el desarrollo futuro de dicho mercado para nuestras empresas.
