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Andalucía, 90 años en el furgón de cola de España

DIARIO DE SEVILLA

El Observatorio Económico de Andalucía reconoce un trabajo sobre las causas del desfase histórico de la región.

Ángel Arcos Vargas, doctor en Ingeniería y Economía y que ha desarrollado en Endesa la mayor parte de su vida profesional, recibió ayer el I Premio del Observatorio Económico de Andalucía (OEA) gracias a su trabajo El retorno del péndulo. Una reflexión sobre los factores y medidas para el desarrollo económico de Andalucía basadas en el análisis estadístico y shift share, en el que reflexiona sobre por qué la región se ha situado en la cola de España en el siglo XX y lo que llevamos del XXI y qué se puede hacer para revertir esta situación.Arcos parte de dos artículos de José Ortega y Gasset publicados en el periódico El Sol en 1927 en los que esboza una teoría del péndulo. “El filósofo afirma que en el siglo XIX Andalucía estuvo a la cabeza de la economía española y sin embargo pierde esa posición años después. Vaticina que por la ley del péndulo esta situación va a cambiar en la segunda parte siglo XX”, dice.

Por ahora el péndulo no se ha movido. Arcos explica que desde 1930 Andalucía se ha mantenido más o menos en el 70% del PIB per cápita de España, con pocas variaciones. “Y eso ha pasado con autonomías y centralismos, guerras y paces, dictaduras y democracias. Es algo para reflexionar”. En los últimos 40 años, la comunidad ha permanecido en el puesto 16 de riqueza, sólo por delante de Extemadura. Sin variación.

¿Qué hacer para que el péndulo se mueva? El autor del trabajo premiado sostiene que la clave está en la industria, con un peso que no llega al 9% del PIB en la región y es el doble en España. Arcos propone incidir en los planes estratégicos “en el peso de la gran industria, el capital productivo y la intensidad innovadora” para mejorar la productividad, y en apostar por sectores en las que ya somos competitivos, como sanidad, electrónica, informática, renovables y minerales no metálicos. También es imprescindible, dice, atraer a la gran empresa no con incentivos “sino creando un entorno favorable”. Este es otro de los déficits de Andalucía. Según Arcos, “las grandes empresas aquí no se cuentan con los dedos de una mano, pero caben en un autobús”.

Su conclusión es clara: “No hay tiempo que perder. Nos toca volver a ocupar el espacio que perdimos 160 años después”.