La mejora de las previsiones se sustenta en el realce del sector agrícola tras las lluvias de primavera y en el espectacular auge del turismo
La economía andaluza recupera dinamismo en el primer trimestre gracias al consumo privado de las familias y, junto con la mejoría del sector agrícola por las lluvias de primavera y el espectacular crecimiento del turismo, este año crecerá un 2,1%, según las últimas previsiones revisadas tres décimas al alza del Observatorio Económico de Andalucía (OEA).
El presidente del Observatorio Económico de Andalucía, Francisco Ferraro, y el profesor de la Universidad Pablo de Olavide Manuel Alejandro Hidalgo han presentado este martes el informe de previsiones económicas, en colaboración de la Fundación Cámara, que avanza un crecimiento similar al de la economía española y se explica en la mejora del sector agrícola por las lluvias del pasado mes de marzo que han alejado el fantasma de la sequía.
También se basan estas previsiones en un aumento «espectacular» del turismo, así como en la moderación de la inflación, en la bajada de los tipos de interés y en los signos de fortaleza que muestra el mercado de trabajo, con más de 3,4 millones de ocupados en Andalucía, ha explicado Ferraro.
Una evolución positiva
Con esta evolución positiva de la actividad económica de Andalucía, que mantiene en los últimos dos trimestres un crecimiento significativo e incluso superior a la media española, recupera parte el ritmo perdido durante buena parte de 2023 respecto a la economía nacional.
En el primer trimestre de 2024 la economía andaluza creció un 0,8 %, impulsada por el consumo privado y también por el consumo público, y con un claro protagonismo del sector servicios y con avances en el agrícola tras varios años afectados por el impacto de la sequía en la producción y el empleo. La industria fue la rama con peor comportamiento.
En el primer trimestre de 2024 la economía andaluza creció un 0,8 %, impulsada por el consumo privado y también por el consumo público, y con un claro protagonismo del sector servicios y con avances en el agrícola tras varios años afectados por el impacto de la sequía en la producción y el empleo. La industria fue la rama con peor comportamiento.