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«España Estancada. Por qué somos poco eficientes»

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Carlos Sebastán en el OEA

Carlos Sebastián, en el Observatorio Económico de Andalucía

“Las reformas deben terminar con la ocupación de las instituciones por los partidos y el desmantelamiento del estado clientelar”

  • “La situación económica está muy influida por el deterioro de la calidad del marco institucional, que se ha agravado en los últimos 25 años”

 

“Las reformas políticas que España necesita, deben pasar por revertir la ocupación partidista de las instituciones y el desmantelamiento del estado clientelar” afirmó Carlos Sebastián, catedrático de Economía de la Universidad Complutense de Madrid, en su intervención en la sesión del Observatorio Económico de Andalucía. El conferenciante, autor del libro “España estancada. Por qué somos poco eficientes”, dijo también que la situación económica actual y la crisis que no parece terminar en nuestro país “están muy influidas por el deterioro de la calidad del marco institucional, que se ha agravado en los últimos 25 años”.

El ponente inició su intervención caracterizando la situación económica de España por la divergencia en productividad con respecto a la UE, la caída de la productividad total de los factores, el atraso en la incorporación de nuevas tecnologías e innovación, el excesivo peso de las pymes, el número relativamente reducido de empresas eficientes, la escasa elaboración y complejidad de las exportaciones y la carencia de capacidad gerencial, tanto en el sector público como en el privado.

En cuanto al marco institucional, resaltó la relativa inseguridad jurídica existente en muchos aspectos de la actividad empresarial, la deficiente calidad de las administraciones públicas, la indefensión de pymes y ciudadanos ante los abusos de algunas empresas dominantes, las malas regulaciones en algunos sectores y la primacía en el conjunto de la sociedad de valores y conductas adversas al emprendimiento y a la eficiencia. Estas características las expuso con datos de una amplia panoplia de indicadores que, en el ámbito internacional, miden la calidad de las instituciones y los comportamientos, tanto de administraciones como de agentes económicos y sociales, afirmando que en la inmensa mayoría de estos indicadores “España se encuentra en el tercio inferior entre los países desarrollados”.

“Estas distorsiones en el marco institucional” dijo el conferenciante “han sido generadas, en buena parte, por una forma de ejercer el poder que ha desembocado en el desarrollo de un estado clientelar, la devaluación de las leyes y la impunidad y la no asunción de responsabilidades ante su incumplimiento, con su correlato de crecimiento de la corrupción en los más diversos ámbitos de la actividad pública”. En el ámbito empresarial, afirmó que “la cercanía al poder o a un gran monopolista es el mayor activo de muchas empresas y ello contribuye a generar un modelo de hombre de negocios desinteresado de la eficiencia y fomenta valores contrarios a la formación y al emprendimiento”.

También consideró que “el estado clientelar es la primera barrera contra las reformas necesarias, por los muchos perdedores potenciales que surgen de ellas” y que su implementación debe ser incremental, pero no fue muy optimista sobre la posibilidad de que se lleven a cabo.