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La economía andaluza crece gracias al consumo interno, aupado por la llegada de migrantes y la bajada del paro

El centro de Sevilla, capital de Andalucía, en esta primavera. MAURI BUHIGAS

LA VOZ DEL SUR

El consumo de los hogares sigue siendo el gran motor de la economía andaluza en 2024. Así lo refleja el último informe del Observatorio Económico de Andalucía (OEA), que prevé un crecimiento del 2,5 % en la comunidad gracias al impulso del mercado laboral y al aumento de los salarios. Esta solidez de la demanda interna compensará la debilidad del sector exterior, afectado por el contexto internacional.

Las previsiones fueron presentadas este jueves por el presidente del OEA, Francisco Ferraro, y el profesor de la Universidad Pablo de Olavide Manuel Alejandro Hidalgo, en un acto organizado en colaboración con la Fundación Cámara. El informe mejora en una décima las estimaciones de hace tres meses, elaboradas antes de los recientes ajustes en la política arancelaria de Estados Unidos.

Uno de los datos más relevantes es el buen comportamiento del consumo de bienes duraderos, lo que refleja una mayor confianza empresarial y una recuperación del poder adquisitivo. Hidalgo atribuyó este fenómeno a la evolución positiva del empleo y a la moderación de la inflación, que permite a las familias redistribuir sus gastos hacia nuevos sectores.

Entre los factores que explican el auge del consumo, el informe destaca el papel de la inmigración, que está favoreciendo la creación de nuevos hogares y, con ello, un incremento sostenido del gasto interno. Esta característica, según Hidalgo, representa una ventaja comparativa para España y Andalucía frente a otras economías europeas.
La contrapartida de esta situación es la debilidad del sector exterior. Las exportaciones andaluzas vienen mostrando síntomas de desaceleración desde hace meses, agravadas por la coyuntura derivada de la guerra arancelaria. No obstante, el OEA no anticipa un impacto grave en la economía regional como consecuencia directa de los cambios en la política comercial estadounidense.

Otro de los aspectos destacados del informe es la recuperación de la inversión, especialmente en el sector de la construcción residencial y en infraestructuras, gracias a los fondos europeos. El profesor Hidalgo subrayó que Andalucía es la tercera comunidad autónoma con mayor nivel de ejecución de los fondos vinculados a los mecanismos de recuperación, transformación y resiliencia.

A cierre de abril, España había ejecutado ya 50.000 millones de euros de estos fondos, y Andalucía se situaba solo por detrás de Cataluña y el País Vasco. A pesar de que los datos no siempre son transparentes, el informe detecta un repunte en la inversión pública.

La industria aguanta, el turismo cae y el campo resiste
El sector industrial andaluz muestra un comportamiento vigoroso. En el primer trimestre del año, la producción industrial creció un 6,6 % interanual, con especial protagonismo de los bienes de equipo y la industria extractiva y energética. Las previsiones apuntan a que este crecimiento se mantendrá en los próximos meses.

En cambio, el turismo, uno de los motores tradicionales de la economía andaluza, ha vivido una desaceleración. El informe detecta una caída del 14 % en las pernoctaciones y en otros indicadores del sector durante el primer trimestre. Esta bajada se achaca a factores coyunturales como la climatología adversa de marzo y el hecho de que la Semana Santa se celebrara en abril.

Por su parte, el sector agrario sigue mostrando señales positivas. Las lluvias primaverales han mejorado las condiciones de producción y se han traducido en un aumento del empleo en el campo, lo que refuerza el papel del sector primario en el crecimiento económico regional.

Andalucía consolidará un superávit fiscal hasta 2029, según la AIReF
Esto se conoce despues de que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) haya previsto para Andalucía una senda de superávit presupuestario moderado desde 2025 hasta 2028, alcanzando el 0,4 % del PIB en 2029. Este equilibrio se logrará gracias a la mejora de la coyuntura económica y al impulso de los recursos del sistema de financiación autonómica.

La AIReF también prevé una reducción progresiva de la deuda pública andaluza, que bajará hasta situarse por debajo del 14% del PIB en 2029, consolidando una gestión fiscal. Estos datos sitúan a Andalucía en una posición sólida dentro del contexto económico autonómico y europeo.