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Sesión «Causas y consecuencias económicas de la polarización política»

Resumen de la intervención de Luis Miller, doctor en Sociología y científico titular del IPBP del CSIC sobre «Causas y consecuencias económicas de la polarización política»

Que las sociedades de buena parte de los países con sistemas democráticos están hoy más polarizadas que en el pasado es un fenómeno que se viene produciendo fundamentalmente desde la Gran Crisis financiera iniciada en los años 2007 y 2008, habiendo dado lugar a fuertes conflictos internos en bastantes países.  Así, la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea, el triunfo de un candidato a la presidencia norteamericana como Donald Trump y el asalto al Capitolio de los Estados Unidos cuando perdió la reelección responden a situaciones de máxima polarización en esos países.

El inicio en la época señalada está poniendo de manifiesto que la situación económica de las poblaciones tiene importancia en el incremento de la polarización: el aumento de las desigualdades internas en los países, del desempleo y la pérdida de oportunidades para mejorar, aunque no sean las causas iniciales, sí crean las condiciones para que las diferencias en las percepciones de la situación se traduzcan en la consolidación de las posiciones propias, el refuerzo de las identidades dentro de los distintos grupos y el desafecto y la desconsideración hacia los otros, todo lo cual es la base para que las polarizaciones se muestren en los aspectos ideológicos y afectivos y en las preferencias por políticas públicas.

En España, la polarización ideológica ha aumentado en los partidos en los últimos veinte años más que en los votantes y ésta es algo que se produce después, lo que apunta a que son los partidos los que promueven la polarización. No obstante, esa diferencia no ha influido en la abstención electoral, que solo se vio afectada mediante un aumento considerable en lo más profundo de la crisis financiera, entre 2011 y 2015 e incluso en los últimos años se ha reducido. Por otro lado, este año es previsible un aumento de la polarización, ya que los periodos electorales son proclives a ello.

En cuanto a las causas económicas de la polarización, España no es de los países con mayor desigualdad del mundo, ya que se sitúa en el puesto 13 entre 38 de los más relevantes, pero es el primero en la incidencia del desempleo. En relación a cuatro estudios realizados sobre esta cuestión, en tres de ellos se sitúa entre los siete primeros países: lidera un ranking entre 20, es sexto en otro entre 23 y séptimo en el último entre 14, pero cae hasta el puesto 35º en otro entre 48 países.

La polarización tiene como efecto el incremento de las diferencias en las creencias y en las preferencias sobre diversos aspectos y sobre políticas públicas. Como ejemplo de la influencia en las creencias, señaló el ponente la evolución sobre el origen de la situación económica de las personas: si hasta 2017 hubo bastante acuerdo en los votantes de todos los partidos y el diferencial no pasaba de poco más de un punto sobre 10, hoy, aunque la media se mantiene, los votantes de los partidos de izquierda creen más que antes en que la explicación está en el origen familiar, los contactos y la suerte y los votantes de la derecha se han acercado más a la creencia en el esfuerzo personal, la educación y la valía personal, con un diferencial de más de dos puntos entre las opiniones de Unidas Podemos y VOX, que serían los extremos respectivos.

En el mismo sentido, la opinión sobre si los españoles pagamos muchos o pocos impuestos, que hasta 2017 no dividía mucho a la ciudadanía según el partido al que votase (entre el 50% y el 65% en todos ellos estimaba que se pagaban muchos y la fluctuación dependía de quién estuviese en el gobierno en ese momento), también se ha polarizado, siendo hoy el 80% de los votantes de VOX los que consideran que se pagan muchos impuestos por solo entre el 20 y el 25% en los votantes del PSOE y de UP.

La consideración como católicos o como nacionalista español, la defensa del centralismo como política territorial y la valoración de la sanidad pública son otros aspectos de las creencias que se han visto igualmente afectadas por la polarización, así como ha aumentado el desacuerdo en la ciudadanía en numerosas políticas públicas, especialmente en algunas como elevar los impuestos a los ricos, a las empresas y a los pensionistas, la prohibición de los coches privados, el aumento del presupuesto de la Unión Europea, la legalización de emigrantes extranjeros, la política de la UE sobre migración, aumento del nivel de deuda permitido a las comunidades autónomas, etc.

El conferenciante estimó muy difícil de llevar a cabo las actuaciones para mitigar el aumento de la polarización y centró las medidas posibles de implementar en la ciudadanía en general, en las instituciones y en las élites políticas. En cuanto a la primera, consideró necesaria la reducción de las desigualdades tanto en el sentido económico como en función del territorio en que se vive; en el orden institucional, planteó la necesidad de reforzar los mecanismos de cooperación entre las administraciones y sobre las élites políticas, reforzar el papel del poder legislativo, de los parlamentos.

Presentación