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Sesión Virtual «Apostar por las startups»

RESUMEN DE LA SESIÓN DEDICADA A LA PRESENTACIÓN DE LAS EXPERIENCIAS DE TOM HORSEY EN EL IMPULSO DE EMPRESAS         START-Ups Y COMO “BUSINESS ANGEL”

Tom Horsey es un ciudadano británico afincado en Sevilla, residencia que comparte con la de Malta, cuya actividad ha estado muy influida por sus orígenes internacionales (sus ascendientes inmediatos tienen tres nacionalidades distintas: británica, holandesa y ecuatoriana). Instalado temporalmente en Sevilla, inició su actividad profesional en el área informática y de la comunicación en el campo de la publicidad y el marketing, y emprendió proyectos empresariales relacionados con la instalación de sistemas de energía renovable y otros sectores, de los que fue aprendiendo y reenfocando sus actividades en función de los resultados obtenidos.

Su desembarco en el mundo de las empresas start-up fue como consecuencia de su interés por la informática y la digitalización, campos en los que emprendió proyectos que le llevaron a reconocer la importancia de la cooperación entre emprendedores para afrontar mejor algunos retos que se le presentaban, con lo que desembarcó en el campo de las necesidades de inversión que tenían los emprendedores en general y, en definitiva, en las oportunidades para los inversores que supieran ayudarles a resolver sus dificultades.

Para Horsey, una start-up es una empresa normalmente de base tecnológica e innovadora que quiere llevar a diferentes escenarios un modelo de negocio que nace en un ámbito determinado pero que puede ser aplicado en cualquier otro de una manera cuando menos similar, gracias a la tecnología que usa.

Siendo su presencia amplia en el impulso de empresas start-up, pero de poco más de media docena de años, a él le resulta difícil de calificar sus resultados como exitosos o fracasados, ya que muchos de los proyectos emprendidos están aún en diferentes fases de maduración y también a que suele haber discrepancias en los indicadores para una calificación y otra. Sí tiene el honor de haber sido elegido como el emprendedor más activo durante varios años en el sur de España tanto en la creación de empresas como en la inversión en proyectos (normalmente, junto a otros emprendedores).

Entiende que las razones esenciales para poner en marcha o invertir en una empresa start-up es la satisfacción de compartir conocimientos, el impacto que tiene en la sociedad en forma de creación de valor y de empleo y la propia rentabilidad económica. Sobre ésta, afirmó que depende mucho de qué se considere como rentable y que, a veces, el camino de la rentabilidad no es el más directo; en concreto, en sus proyectos afirmó que los ha habido en los que el resultado había duplicado la inversión en solo cinco o seis meses y otros en los que la maduración había tardado esa cifra en años.

Como características personales para desplegar actividades en este campo señaló una buena formación, la mentalización, la apertura a la cooperación, estar abierto a los cambios y el tener experiencias previas profesionales en el campo de actividad en el que se va a desarrollar el proyecto y en su relación con el mercado al que se dirija.

Respecto a las condiciones atractivas y las limitaciones que Sevilla y Andalucía tienen para quiénes tienen proyectos en este campo, afirmó que, en principio, no cree que haya nadie que considere la sociedad andaluza con falta de idoneidad para el despliegue de cualquier tipo de actividad innovadora, si bien constata la falta de un cierto espíritu competitivo y escaso espíritu de cooperación, así como carencias en formación y en el dominio del inglés, esencial para conocer mejor el mundo de la tecnología. En general, reconoció que, si el dinero es miedoso, en España es algo más miedoso que en otros ámbitos territoriales; también extendió esa calificación al sistema financiero en su conjunto.

La crisis sanitaria del coronavirus ha impulsado las posibilidades de las empresas de base tecnológica, ya que el trabajo no presencial y en red se han hecho más necesarios; por otro lado, la biotecnología y las aplicaciones al ámbito de la salud y la medicina parece claro que verán próximas revoluciones en ámbitos como la sensorización de las emociones y otros, para que se exigirá que la investigación se involucre en desarrollar aplicaciones que las faciliten.

El proyecto que dirige en este momento, Startup Labs Spain, es una aceleradora de empresas que nace como complemento a las actuales incubadoras y centros de coworking que hay en Andalucía; pensado para startups de contenidos digitales B2C (es decir, enfocados en la relación directa entre empresas y consumidores), marketing digital y movilidad que tienen ya un producto o servicio desarrollado y lanzado al mercado o a punto de hacerlo. Tiene la finalidad de ayudar a los emprendedores a convertir sus proyectos en negocios reales y a conseguir inversores para desarrollarlos. Ya ha invertido en más de 40 startups, sobre todo nacidas en Sevilla, y ha atraído a inversores nacionales e internacionales, entre ellos grandes grupos empresariales.

 

Enlace a la sesión virtual