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Internacionalización e innovación

Observatorio Económico de Andalucía José Domínguez Abascal, secretario general técnico de AbengoaEn su intervención, José Domínguez Abascal, Secretario General Técnico de Abengoa, se ocupó en el desarrollo de tres temas centrales para las economías española y andaluza: la internacionalización, el desarrollo sostenible y la innovación como herramienta imprescindible para el logro de los dos objetivos anteriores.

España y Andalucía no innovan lo suficiente. Se puede cambiar, pero el camino es lento y complicado. Hoy nuestro mercado es el mundo y nuestra economía se ve obligada a salir a los mercados internacionales para salir de la situación y para evitar una excesiva debilidad en el futuro. Por otro lado, el conocimiento y la innovación son las únicas vías para lograr un desarrollo sostenible en un mundo globalizado.

El desarrollo sostenible se configura como el objetivo principal de cualquier sociedad. Desde su punto de vista, sólo es sostenible aquel desarrollo que se puede mantener en el tiempo, que permita mantener unas condiciones medioambientales similares a las actuales para las generaciones futuras y que sea participativo, es decir, que todos los ciudadanos puedan participar y disfrutar de él.

Un primer paso para alcanzar el desarrollo sostenible pasaría por el paulatino abandono de las energías fósiles, que  suponen una base por definición insostenible. Mantuvo, asimismo, que las emisiones de CO2 están generando un mayor impacto en el clima de lo inicialmente estimado (el economista británico Stern ha manifestado recientemente que “había subestimado los riesgos”). En el posterior debate se le preguntó al ponente sobre la irrupción de nuevos procedimientos de extracción de crudo y gas natural y la tendencia a su baja en los últimos ejercicios. Domínguez se mostró convencido de que, a medio y largo plazo, las energías no fósiles terminarán tomando el relevo y explicó que las mejoras en rendimientos y costes estaban siendo muy rápidas en la mayor parte de los subsectores renovables.

Respecto al papel de la innovación en el crecimiento económico, sostuvo la importancia del binomio conocimiento-innovación. Domínguez entiende por innovación aquellos “cambios basados en el conocimiento que son valorados por el mercado”. Planteó, asimismo, que la innovación ha pasado de ser una actividad de “inventores solitarios” a convertirse en un proceso promovido y planificado por las empresas, convencidas de que ésta es la manera de lograr mejoras de la competitividad a largo plazo.

Respecto al proceso de creación de conocimiento, transferencia y formación de valor, Domínguez insistió a lo largo de toda su intervención en la necesidad de un trabajo conjunto y coordinado de Universidades, Administraciones y Empresas. Afirmó que es precisamente en este espacio de relación en el que Estados Unidos basa su liderazgo mundial. Fue este punto el que ocupó más tiempo en la conferencia, haciéndose referencia también a aspectos colaterales, como la necesidad de mantener un modelo educativo estable a lo largo del tiempo y centrado en el fomento de la experimentación y en el aprendizaje a través del error –en contraposición con el modelo español, muy variable y centrado en los conocimientos teóricos y en el que el error es sinónimo de fracaso­–. Otro aspecto en el que se detuvo fue en la necesidad de modificar los porcentajes de financiación público-privada en España, siendo deseable un papel protagonista de las empresas en la financiación de la I+D, que enfocaría a la colaboración con las Universidades y en una visión más cercana a la creación de productos y servicios de valor para el mercado.

Una política de desarrollo de la innovación y el conocimiento debería basarse en los sectores existentes, en los que ya existe capacidad competitiva y conocimientos especializados. Estos sectores son los que hay que potenciar para que mejoren su competitividad y asuman el reto de crear productos nuevos.

Para finalizar, condensó su intervención en los cinco puntos necesarios para una economía basada en el conocimiento y la innovación:

  1. Educación para una mente abierta y que no tema el error.
  2. Colaboración entre empresas, universidades y administraciones.
  3.  Mayor peso de la financiación privada en los procesos de I+D.
  4. Políticas de innovación y planes de desarrollo industriales claros y duraderos (que limiten las incertidumbres de las empresas e investigadores).
  5. Seguridad jurídica.