La Encuesta Empresarial Círculo 2023 es un trabajo que viene realizando el Círculo de Empresarios anualmente desde 2014 y en la que colaboran otras entidades empresariales de distintos territorios de España; concretamente, en este último han participado otras nueve entidades, entre ellas el Observatorio Económico de Andalucía. El objetivo del trabajo es“conocer la valoración de los empresarios españoles sobre la situación económica y sus perspectivas, así como los efectos de la actual política económica sobre la competitividad y las decisiones empresariales. Además, pretende saber cuáles son las prioridades que ellos destacan para la política económica en la legislatura iniciada y qué experiencia tienen del acceso a los Fondos Next Generation EU y su aplicación”.
La presentación de los datos corrió a cargo de Miguel Iraburu, presidente del grupo de trabajo que ha realizado la encuesta y miembro de la Junta Directiva del Círculo de Empresarios y José Luis Galán, miembro de la Junta directiva del O.E.A. El primer apartado del trabajo se refiere a la consideración de la economía española en el contexto internacional a través del WorldCompetitivenessBooklet 2023 del IMD se situó en el pasado año en el puesto 36º entre los 64 países analizados, posición que es la misma que tres de los ejercicios anteriores y mejora por tres lugares a la de2021. Por otro lado, sobre 19 criterios considerados, solo en dos, inversión y comercio exteriores, se consiguieron posiciones mucho mejores (11ª y 13ª, respectivamente), mientras que en otros cuatro España se situó en el grupo de los países más retrasados: legislación comercial (51ª), empleo (55ª), política fiscal (57ª y finanzas públicas (58ª).
Respecto a la valoración de la economía española en el año pasado, el 51% de los encuestados la considera negativa y el 50% también la espera así para el presente ejercicio, siendo las principales amenazas la elevada inflación subyacente (68% de las respuestas), el alto nivel de deuda pública (61%) y los elevados costes de suministros y energía (44%). Para el presente ejercicio, se espera una evolución negativa en los cuatro aspectos sobre los que se pregunta, siendo la peor la de los márgenes de beneficios (80,6%); también, para este ejercicio, se considera que aumentará el nivel de digitalización de las empresas, la innovación y la inversión en ciberseguridad.
En un sentido más general, los empresarios estiman que los dos principales obstáculos para la actividad empresarial en este momento son la fiscalidad (43,3% de los encuestados) y los elevados costes de suministros y energía (42,4%). En relación con la competitividad de España en el contexto internacional esos obstáculos están relacionados con el papel del Gobierno, por la percepción que éste tiene del empresario, su exceso de intervencionismo, falta de transparencia en algunas decisiones o la calidad institucional.
Las prioridades para la política económica deberían situarse, para los empresarios, en la reforma de las administraciones públicas (“el 90% estima que la gestión del gasto público es ineficiente”), un pacto por la educación y la reforma del sistema de pensiones y del régimen fiscal. En este último caso, el objetivo debería situarse en la mejora de la competitividad empresarial, que también debería guiar las actuaciones para el aumento del tamaño de las empresas.
Sobre la gestión de los fondos del Next Generation EU, el 75% de los encuestados la considera mala (49%) o regular, habiendo aumentado mucho el primer porcentaje respecto al del año anterior (27%); en esa línea, poco más del 40% de los empresarios considera que estos fondos van a tener impacto positivo sobre su sector de actividad y menos de la mitad de quiénes responden a la encuesta (44%) los han solicitado para sus empresas, señalando como motivo de esa no toma en consideración aspectos como que su actividad no se incluye en las políticas que se impulsan en el programa (38%) y, sobre todo, que entienden compleja la tramitación administrativa con la que se han regulado (51%). De las empresas que sí han accedido a esos fondos, más del 50% consideran negativa su participación.